¡Me llamaron de una organización, y me piden que dé una charla!
05 SEGUNDOS MÁS TARDE me pongo feliz, porque sé que transmitiré mis ideas, causaré impacto, seré conocido, y ganaré dinero! Pero de repente, solo 53 SEGUNDOS MÁS TARDE, siento algo en mi zona estomacal… ¡cómo si habría tragado un limón muy agrio! ¡Una cucaracha corriendo por mi estómago! ¿y si no sale bien? ¿Si luego dicen que soy un falso? ¿Si nadie se ríe de mi chiste?
Es una realidad: Todos tienen miedo a exponerse ante un público. ¡Hay tantas cosas que pueden pasarnos en y después del discurso que no son agradables!
Con discurso me refiero a cuatro situaciones:
- Una defensa pública de un trabajo, producto, tesis, etc.
- Una grabación ante un micrófono, sin que te vean: Radio, video con voz en off, entrevistas telefónicas, etc. Incluso podríamos incluir una simple llamada telefónica.
- Ante la cámara: Desde un trabajo práctico en el aula grabado, hasta una entrevista en una red nacional de televisión. Siempre cuando nos apunta una lucecita roja.
- En una ronda relajada de amigos, una boda, una ronda de reunión, o cuando el profesor de da la palabra en un curso…todos te miran, y debes cuidar lo que dices.
En el mismo momento que lo sabemos, sentimos algo en el estómago, porque tenemos miedo a sentirnos inseguros, a presentarnos vulnerables, a exponernos como blanco fácil. Indefensos.
Sentirnos indefensos es un sentimiento muy incómodo. ¡¡¡Es comparable con qué te apuntan con una pistola y dicen que van a jalar el gatillo!!!
¿Cómo evitar y reducir este sentimiento?
- Prepara tu discurso, no importa cuán breve sea, con tiempo. No en el día. E investiga en varias fuentes confiables. Con investigar un poquito, ya sabes mucho más que tu público.
- Usa imágenes y cuenta historias detalladas. Así evitarás leer demasiado, y a todos le gustan las historias.
- Concéntrate en transmitir una a tres ideas. No más. El público se acordará de una sola idea.
- Concéntrate en afirmar verdades de las cuales estás 101% seguro.
- Lleva un bolígrafo o algo para apretarlo con tus dedos, y así evitar la mano voladora.
- Bebe un vaso de agua, 1 minuto antes de hablar y respira 4 veces profundo; baja la tensión.
- Memoriza tu introducción y tu conclusión. Debe ser breve, de 2 frases. Son lo más importante.
- Practica tu discurso. Si quieres estar bien seguro/a, practica 3 veces. 2 a solas, 1 con un oyente.
- Graba tu práctica y escúchala.
- PRE-ocuparte estresa, y no cambia nada. No te preocupes. Ocúpate de lo que puedes.
- Enfócate en el resultado. Tu público debe saber más y ser mejor después de tu charla.
- No asumes compromisos importantes antes o después de tu charla. Hay que tener tiempo.
- Sé tú mismo, con tu auténtico tono y sonrisa. Si el mensajero está Ok, el mensaje está Ok.
- Prepara un simple y visible guion, (copiatín) para guiar tu camino durante el discurso.
- Ríete de tus errores. Siempre ocurre algo inesperado…ahí hay que sonreír.
¡Hablar delante de un público, es una oportunidad, no un castigo!