La realidad oculta del emprendedor
Un emprendedor es aquella persona “que tiene decisión e iniciativa para realizar acciones que son difíciles o entrañan algún riesgo”, según el diccionario online del buscador Google (más de 39.100.000 resultados aparecen en menos de 0,5 segundos al buscar la palabra “emprendedor” en el mismo motor).
Creemos que el emprendedor (o la emprendedora):
- Ama el riesgo y disfruta de las situaciones difíciles.
- Gana mucho dinero inmediatamente después de una buena idea comercial.
- Obtiene amistades por donde va (no las tiene que construir).
- Aguanta una carga de estrés y presión superior a la que soportan los demás.
- Es insensible a insultos, difamaciones y opiniones críticas.
En los últimos años, tuve el honor de escuchar, observar y acompañar a numerosos emprendedores (o personas que sueñan con serlo) y descubrí la siguiente verdad:
Me animo a afirmar que “un país solo se desarrolla si tiene emprendedores a quienes acompaña”.
Somos rápidos en criticar a los empresarios. Con mucha envidia les deseamos “que vivan una vez en mis zapatos”. Nos cuesta entender su rudeza, su rostro serio y sus vacaciones lujosas. ¿No tienen ética? ¿Se creen superiores?
Permítanme hacer algunas afirmaciones:
- Los emprendedores tienen miedo al riesgo. A diferencia de otros, enfrentan sus miedos, toman medidas prácticas, y se arriesgan con propósito (este propósito, muchas veces, son otras personas en situación de necesidad).
- Los emprendedores ganan mucho dinero luego de una idea comercial fantástica. Antes, ya tuvieron miles de ideas en y, en varias de ellas, perdieron dinero; a diferencia de otros, que ni tienen ideas.
- Los emprendedores obtienen amistades por donde van, sin mucho esfuerzo. Ellos aprendieron la ciencia de la relación social, o inteligencia social. Sin embargo, si les preguntas, te dirán que no tienen muchos amigos. El emprendedor/a aprendió otro nivel de amistad, que para muchos es desconocido. El/La emprendedora diferencia entre conocidos, contactos, socios, empleados, clientes, proveedores, familia, mentores, seguidores, y amigos verdaderos.
- Los emprendedores aguantan una mayor carga de estrés, porque tienen propósitos mayores y porque aprendieron a manejar el estrés. En su día a día, alcanzan metas. Al alcanzar una meta y disfrutarlo debidamente, se reduce el estrés generado. Un propósito valioso genera eustrés, lo que Daniel Goleman describe como estrés positivo.
- Los emprendedores no es insensible a los insultos, difamaciones y opiniones críticas. Son seres humanos; tienen sentimientos y, muchas veces, sienten con mucha intensidad y dolor. Ellos necesitan palabras de ánimo, sonrisas, palmadas en el hombro, abrazos, y felicitaciones.
¿Sueñas con ser un emprendedor? Esto te será útil en el camino.
Prof. Samuel Wiens